Vivir solo o acompañado, ¿qué te conviene?

Ya tomaste la decisión de “abandonar el nido”, pero todavía no sabes si proponerle a tu mejor amigo que experimente contigo esta aventura.

En el presente artículo te señalamos las ventajas y desventajas de vivir solo o con un compañero para ayudarte a determinar lo que te conviene.

Analiza el carácter

Parece muy divertida la idea de compartir el departamento con ese camarada con el que solías hacer travesuras y ahora quiere independizarse tanto como tú. Sin embargo, una cosa es reunirse ocasionalmente con él y otra es verlo aun en los días más complicados.

Si tienes problemas para manejar tu temperamento o lidiar con el de otro, entonces busca un espacio en el que pases los malos ratos sin testigos.

A veces no se trata de andar de mal humor, también es sentirse triste, desorientado, necesitar de un cálido abrazo. Es en estas circunstancias en las que hallar a alguien en la otra habitación significa un alivio.

Chequea las finanzas

Encontrar con quien dividir los gastos es una rápida solución cuando se tiene poco dinero.

Se puede diseñar un plan de ahorro mancomunado para responder en medio de circunstancias difíciles. No obstante, revisa si la otra parte cuenta con un trabajo estable, es responsable, sabe administrarse y fijar prioridades. Estas características te ayudan a detectar si debes recordarle todos los meses las fechas de pago para evitar la suspensión de algún servicio.

Indaga en los hábitos hogareños

Por lo general, las tareas en el hogar son las que traen los primeros problemas a la convivencia. Lo ideal sería crear un cronograma de orden y limpieza que mantenga las cosas bajo control. Si a tu compañero de casa no le gusta limpiar, pero le encanta cocinar pueden llegar a un acuerdo que satisfaga a ambas partes.      

Si eres de los que le fastidia invertir tiempo en las labores domésticas y no te importa que te trague la suciedad, quizás no consigas a muchos que se adapten a tu estilo.

Repasa algunas normas

Piensa que si vives solo, cuestiones como lavar, cocinar, recibir visitas u ofrecer fiestas no tienen por qué tornarse complicadas, pero al estar con otra persona podrían surgir diferencias si antes no se ha conversado acerca de estos puntos.


Si eres de los que le fastidia invertir tiempo en las labores domésticas y no te importa que te trague la suciedad, quizás no consigas a muchos que se adapten a tu estilo.

Coincidir a la hora de usar el baño, lidiar con daños ocasionados por una mascota o intentar leer en tu pieza a pesar del carrete que hay en el living, son posibles situaciones que tienes que encarar si decides arrendar un inmueble en conjunto.

El tema de las parejas

Tal vez sea muy entretenida la soltería cuando se repite en todos los que ocupan la vivienda; sin embargo, el panorama cambia al tener que llegar después de una ardua rutina y ver a la pareja de tu amigo sentada en el sillón.

Si momentos como estos te incomodan, entonces desecha la intención de compartir el “depa” con alguien que ande en una relación amorosa.

Ahora, cuéntanos, ¿prefieres vivir solo o acompañado?

*Redacción: Elianeth Pineda


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